Las dos victorias ante Eslovaquia de esta ventana de noviembre clasifican matemáticamente a la Selección para el Eurobasket 2025. Cuatro años después defenderá un trono para el cual contará con los jugadores que le han permitido llegar hasta aquí, sumados a los de Euroliga, que no pudieron ayudar al combinado nacional durante estas fechas.
Los chicos de Sergio Scariolo afrontaron el partido de este lunes en Ourense con el objetivo de dar la talla y no volver a caer en los mismos errores del pasado viernes. La calidad de Santo Yusta es innegable (de hecho volvió a ser el mejor con 22 puntos fundamentales), pero haber dependido de actos heróicos una vez más hubiese sido algo parecido a hacerse el harakiri. Conscientes de ello, los integrantes de la Selección llevaron a cabo un partido muy serio de principio a final, consiguiendo incluso reponerse de un mal inicio de tercer cuarto que trajo déjà vus del pasado.
Un triunfo bien trabajado
Con un Pazo dos Deportes de Ourense luciendo un color precioso y muy cerca del lleno, la Selección obtuvo las fuerzas necesarias para completar un buen inicio. Solo un par de últimas acciones eslovacas empañaron lo mostrado en los primeros diez minutos. A pesar de ello, Carlos Alocén y Santi Yusta se pusieron el mono de trabajo para conseguir ampliar la renta paulatinamente y encarar el túnel de vestuarios con una ventaja de 15 puntos.
Tras el descanso llegó la peor versión el cuadro nacional. Volvieron las imprecisiones en los ataques, la lentitud en las ayudas defensivas y como consecuencia, Eslovaquia recortó la diferencia a tan solo dos puntos tras cinco minutos disputados. El miedo pareció apoderarse de los nuestros, pero el tiempo muerto de Sergio Scariolo fue el punto de inflexión para volver a sacar lo mejor de la Selección. Mediante varios triples de Josep Puerto y Santi Yusta (para sorpresa de nadie), regresaron los varios dígitos de distancia y un ambiente mucho más festivo en Ourense.
Al contrario que el pasado viernes, el último y definitivo cuarto no tuvo demasiados sobresaltos. La Selección supo controlar los ritmos de las posesiones, apretar en defensa cuando fue necesario y mantener los porcentajes de acierto en el tiro. Así, el marcador final reflejó un España 84-71 Eslovaquia que se tradujo en el alivio y la felicidad de todo un país. Una vez más, los de Sergio Scariolo estarán en el Eurobasket para defender el trono conseguido en el 2021.