Después de varios meses sin entrenar, Roger Grimau ha elegido el Dinamo de Bucarest como destino para continuar su carrera como entrenador. No será su única función en el equipo rumano, ya que también asume el cargo de coordinador principal de la academia de baloncesto.
Con este movimiento, el entrenador catalán se hace cargo de un club en una situación más que complicada. En LNBM (liga rumana) se encuentra en quinta posición con balance negativo, ya que después de siete jornadas únicamente ha conseguido encadenar tres victorias. Mientras, en ENBL (European North Basketball League), que sería considerada como la quinta competición continental tras Euroliga, Eurocup, Champions y Europe Cup, aún no conoce lo que es ganar tras tres jornadas.

Una aventura personal
Cualquiera se preguntaría los porqués acerca de esta decisión de Roger Grimau tras abandonar la disciplina del FC Barcelona hace tan solo unos meses. Él mismo así lo ha explicado en declaraciones a los compañeros de Tot Costa: «La verdad es que había tenido algunas ofertas anteriormente pero no me habían terminado de convencer. Esta sí lo ha hecho. Seguramente cuando hablas de Rumanía y cuando hablas de Bucarest tienes una imagen pero cuando vienes aquí es diferente. No es la Euroliga, Eurocup o una liga puntera, pero estoy muy ilusionado y con muchas ganas de entrenar».
También ha querido dar sus primeras impresiones acerca de un proyecto con distintas perspectivas a corto y medio plazo: «Es un proyecto con tiempo para trabajar. Cuando hemos llegado hemos hablado honestamente todas las partes y queremos hacer un proyecto. La pinta es que está bien y han trabajado muy bien en el pasado, creo que tienen confianza y me atrae poder hacer equipo y dotarlo de otra cosas. También es una aventura personal y tengo con muchas ganas de empezar».