Las dos derrotas consecutivas en el estreno de Euroliga y un desempeño un tanto inconsistente en los primeros compases de LNB hacen que ya muchos se pregunten si, teniendo en cuenta el nivel tan alto para competir en la máxima categoría del baloncesto continental, es aún pronto para exigir resultados inmediatos a París Basketball esta temporada.
En primer lugar hay que partir de la base de que el club parisino está disputando Euroliga por méritos propios al ganar la Eurocup el pasado mes de abril. Es decir, no estamos ante el habitual caso en el que un equipo logra inscribirse en una competición por razones extradeportivas, ya que dicha competición tiene anualmente un cupo mediante este método. Sin embargo, parece que la confección de la plantilla no ha sido lo suficientemente precisa y del nivel necesario como para pensar que tras el debut del equipo en dicho torneo esté capacitado para lograr pelear por entrar a Play-In.
Bien es cierto que la contratación de un manager con poco rodaje como Tiago Splitter se traduce como una apuesta con la vista más enfocada al futuro. Pero sin perder el foco en el presente, ya que los fichajes de este mercado estival no son retos para la posteridad, sino que se trata de hombres que elegidos para rendir en el hoy más inmediato. Leopold Cavaliere, Daulton Hommes, Maodo Lo y Yakuba Ouattara son los ejemplos. Todos han caído de pie en la capital francesa, pero aún ninguno ha conseguido dar el golpe necesario encima de la mesa para entrar en la rotación del quinteto titular.
Con todo ello, la temporada de París Basketball debe dividirse en dos puntos. El primero en cuanto al campeonato doméstico, donde la mejor versión de los TJ Shorts y Nadir Hifi debe servir un año más para competir a Mónaco Basket y ASVEL en la lucha por un título que aún no han conseguido. Mientras, la experiencia en Euroliga ha de valer para que los parisinos cojan rodaje en un entorno de máxima existencia, lleven a cabo una gestión positiva de la presión y minimicen al máximo la sensación de que es demasiado pronto para que puedan competir de tú a tú con los gigantes europeos.
