La doble derrota en Euroliga del Real Madrid ante Olympiakos y Maccabi Tel-Aviv ha sido el reflejo perfecto de las carencias más allá del aro, lo cual se traduce en una fragilidad en ataque que está provocando una mayor dificultad al equipo dirigido por Chus Mateo para conseguir victorias.
Lo ocurrido en la noche europea del jueves no es casualidad, es más bien causalidad. Las bajas este verano de jugadores importantes como Williams-Goss, Sergio Rodríguez o Fabian Causeur se han intentado paliar dando protagonismo a los Campazzo, Hezonja, Musa y compañía sin lograr el efecto deseado. El 6/28 registrado en la última dura derrota en la jugada final ante un rival a priori más flojo en Euroliga, es la clara muestra de dicha situación.
Las estadísticas no mienten
A través de los datos se logra evidenciar que el Real Madrid está pasando por evidentes problemas con su acierto en el tiro exterior. A pesar de que muchos aficionados blancos cargan contra Chus Mateo por su estilo de juego un tanto dependiente de algunos jugadores, lo cierto es que el conjunto español es el tercero que más triples intenta con un total de 29.4 por partido, repartido entre la gran mayoría de sus jugadores exteriores y algún interior. Sin embargo, la emergencia radica en la efectividad, pues con un 34.5% en este tipo de tiros, es el quinto equipo con peor porcentaje.
Sin embargo, hay brotes verdes con varios los puntos en los que el cuadro blanco sí que tiene buenos números: es el equipo con más tapones por partido, el tercero con mejor ratio de asistencias/pérdidas por encuentro y cuarto en tiros libres anotados. Por tanto, el tiro exterior y el apartado de rebotes en ataque, al ser el peor en todo el torneo, los aspectos en los que deben mejoras los chicos de Chus Mateo que tras siete jornadas, únicamente registran tres victorias que impiden ubicarse en puestos de PlayOffs.
