Únicamente dos partidos han servido para certificar el paso hacia adelante que los hombres de Porfi Fisac han dado en competición nacional. A través de un baloncesto rápido y ofensivo que ya se vio reflejado en los partidos preparatorios de septiembre han cuajado un gran inicio de temporada, lo cual sirve para coger una gran cantidad de confianza y afrontar la competición europea como un torneo en el que poder llegar lejos.
Los datos no mienten
El propio Porfi Fisac es consciente del momento que atraviesa su equipo, que ganó el primer partido liguero en casa ante Hiopos Lleida y a punto estuvo de dar la campanada en la capital ante todo un Real Madrid. «Tenemos que recoger lo que estamos sembrando. Nuestros pívots deben seguir con la misma verticalidad para enfocar el aro, y fuera los exteriores continuar con tanto recorrido para potenciar el uno contra uno».
Estas son las máximas para el entrenador segoviano, las cuales se traducen unos datos que nunca mienten. En tan solo dos partidos, Casademont Zaragoza es el equipo que lidera la estadística de puntos anotados por partido, es segundo en asistencias y tiros de tres convertidos por encuentro, así como tercero en rebotes ofensivos y sexto en menos pérdidas por cada cuarenta minutos.

Jugadores emblema
Las dos victorias en los amistosos ante equipos del primer nivel europeo como son Baskonia y Valencia Basket no fueron un espejismo ni muchísimo menos, sino más bien el fiel reflejo de la rápida y perfecta adaptación de fichajes de peso y renombre como Marco Spissu en la sala de máquinas, AJ Slaughter para introducir más músculo y sobre todo, Bojan Dubljevic, quien se ha hecho dueño y señor de la zona con nada más y nada menos que un promedio de 20 puntos por partido.
Junto a los tres mencionados, dos pilares fundamentales de la temporada pasada han vuelto a ser claves en el quinteto titular para aportar ya no solo numéricamente, sino también en intangibles como inteligencia, cohesión de equipo y actitud positiva. En efecto, Trae Bell-Haynes y Emir Sulejmanovic son algo más imprescindibles no solo para la rotación de Porfi Fisac, sino también para un Príncipe Felipe encantado con el baloncesto puesto en práctica por los leones.
«La gente que ha venido en los últimos días ha salido con una sonrisa en la boca. Estamos pasándonoslo bien, los chicos están en una dinámica buena para que la gente se divierta». Así explica el técnico de Casademont Zaragoza la unión entre equipo y afición, cuya conexión puede ser clave en una temporada en la que se combina competición nacional y continental.

Objetivos ambiciosos
El hecho de que en la capital aragonesa se haya configurado una plantilla larga con nivel para poder tratar de competir un año más por estar entre los ocho primeros de Liga Endesa no es más que otro aliciente para entrenador y jugadores. Este hito implicaría que tras la primera vuelta estaría el premio de la Copa del Rey, y en la segunda, los PlayOffs.
No es ninguna utopía. Así como tampoco lo es pasar de grupos en la Europe Cup y soñar con las fases finales de la segunda competición europea más importante organizada por la FIBA. «Tenemos mucha ilusión», asegura Porfi Fisac, quien con sus palabras emociona a toda una ciudad que esta temporada tiene la grandísima fortuna de contar también con las chicas de Casademont Zaragoza en un estado de forma magnífico y disputando la Euroliga femenina.