Que Alemania ganase el Mundial en 2023 fue de las mejores noticias que le pudieron pasar al baloncesto germano en materia de clubes. Se puso en el escaparate un país con menor tradición en este deporte, pero que sin embargo, está creciendo a pasos agigantados. Buena culpa también tiene el conjunto bávaro en todo esto. Un año más en Euroliga está sirviendo para volver a demostrar que la pelotita naranja gusta y mucho en territorio teutón, sobre todo con el Bayern y sus tres americanos.
Estar en el 50% de victorias debe ser uno de los principales objetivos de los alemanes esta temporada en Euroliga. Y tras cuatro encuentros, los de Gordon Herbert registran precisamente un balance de 2-2. Las merecidas victorias frente a Real Madrid y París Basketball han compensado el escalón por debajo en el que se encuentran ante rivales como Partizán o Panathinaikos.
De cualquier modo, en estos cuatro partidos se ha podido observar el rodillo ofensivo que suponen sobre pista, pues los germanos lideran en tres estadísticas de ataque: puntos anotados (90,8 por partido), triples conseguidos (12 aciertos por encuentro) y porcentaje positivo en tiros libres (90,5% tras cuatro choques).
Buena parte de culpa de estas estadísticas la tiene Gordon Herbert, quien demostró aquel pasado verano el baloncesto ofensivo que le gusta poner en práctica. También, por supuesto, un Pablo Laso encargado de poner la primera piedra del Bayern en la Euroliga. Y de un tiempo a esta parte, los tres americanos sin los que no se podría entender todo lo desplegado por el conjunto de Múnich esta temporada: Devin Booker con 14,5, Shabazz Napier con 17,5 y Carsen Edwards con 18,2 puntos de media en la máxima competición continental respectivamente.
Pero como suele pasar en el mundo del baloncesto, de nada servirían el aspecto ofensivo si en materia defensiva, el equipo no encuentra su mejor nivel. Y precisamente, este es el principal debe del Bayern esta temporada. Para poder lograr la meta del 50% en Euroliga y llegar lo más lejos posible en competición doméstica, los también importantes Óscar da Silva, Andres Obst, Weiler-Babb y compañía han de dar ese paso hacia adelante. Así, el rodillo ofensivo subiría de nivel y tal vez se hablaría en otros términos más globales.
